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A expensas del sueño americano

Corrían los años 80 cuando Jorge Jiménez, colombiano de nacimiento, decidió probar suerte en tierras lejanas. Su lugar de destino sería Estados Unidos, específicamente, New York. En la actualidad vive en Long Island.

Por: Nuevo Panorama

Al igual que muchos latinos, Jorge vio en Estados Unidos el suelo donde sus sueños germinarían. En la tierra de las oportunidades habría de encontrar un mejor futuro para él y su familia.

Esos primeros años significaron para Jorge grandes esfuerzos, sacrificios y trabajo duro. Como muchos latinos, se enfrentó a las adversidades que supone una tierra extraña, con cultura y modos de convivencia diferentes a las de su país de origen. Pero, también, como suele ser la historia de muchos inmigrantes, son más fuertes las ganas de luchar por un sueño que las dificultades del día a día.

Con el tiempo y gracias a muchos trabajos en los cuales se desempeñó, logró estabilizarse económicamente, sus ahorros fueron creciendo y el sueño americano comenzaba a sonreírle. Años de esfuerzo estaban dando sus primeros frutos.

En la actualidad Jorge cuenta con 60 años de edad y la tierra del norte se ha convertido en su segunda patria. En la construcción, desde hace muchos años, encontró un oficio digno que le ha permitido tener una vida estable. Hoy en día es contratista y gracias a su propio esfuerzo logró reunir unos ahorros, los cuales deseaba invertir en la formación de empresa en Colombia. Muchos intentos fallidos no lo hicieron desistir, al fin, una oportunidad de negocio llamaba a su puerta.

La oportunidad

Apareció en escena María de los Ángeles Martínez Calvache, mujer de mediana edad, hijastra de un hermano de Jorge y que en la actualidad tiene un negocio de comercio de carne en la ciudad de Cali. Ella se contactó con él a finales del 2016 y luego de establecer comunicación, le ofreció una oportunidad atractiva de inversión en nuestro país.

Nuevo Panorama tuvo acceso a varios videos grabados por María, con los cuales estableció comunicación con Jorge, se ganó su confianza y le realizó el ofrecimiento.

“Yo sé que has tenido que tomar decisiones muy trascendentales en esta vida […] y esta decisión va cambiar tanto el rumbo de tu vida como podría cambiar el rumbo de la mía”, afirmó en uno de los videos en los que le hizo el ofrecimiento.

La oportunidad consistía en la compra, crianza y venta de lechones. Para tal fin se hacía necesario trabajar por ciclos de tres meses. Según otro video, ella ya tendría un comprador para los cerdos.

“… mañana tengo reunión en la asociación con el comercializador que es la persona que se va a llevar los 30 cerdos semanales, él me está pidiendo firmar un contrato, para él tener seguro su venta, a partir del 7 de abril de 2017”.

El inicio de la sociedad se daría en diciembre de 2016. María estaba tan segura del éxito de la misma, que hasta ofreció garantías, para brindarle la seguridad que Jorge necesitaba para tomar la decisión de participar en el proyecto.

“… para respaldar tu inversión pongo como respaldo la casa de mi mami que está en Bogotá, esa casa es familiar, propia, ya está saldada, está al día”, señaló María en otro de los videos.

Además aseguró en el mismo video, que ya contaba con la logística para que el proyecto fuera llevado a cabo y que solo necesitaba “el empujón”.

“Necesito mañana finalizar con todo el cronograma, tengo todo, tengo el espacio. Mejor dicho, solamente me falta el empujón y el que tú me ayudes con el tema de poner los lechones… de resto ya está todo, para eso te envío este mensaje, espero tu respuesta…”.

En dicho proyecto estaría en juego, no solamente las ilusiones de Jorge, sino las de ella también, pues como ella lo reiteró en más de una ocasión en las conversaciones sostenidas con él, veía en esta sociedad la posibilidad de formar empresa en Colombia.

“… tú me puedes ayudar a mí aquí a crear empresa… aquí es muy difícil en un buen proyecto, eso es lo que te estoy pidiendo básicamente”.

Aunque la sociedad comenzaría en diciembre de 2016, por las conversaciones en WhatsApp a las que tuvimos acceso, ella ya, desde meses atrás, había establecido contacto con él para darle a conocer la idea. En los chats, se puede entrever cómo ella buscaba la forma de ganarse la confianza de su futuro socio.

Los ciclos de crianza, según lo expresado por María, tendrían una duración de 3 meses con 3 semanas. La utilidad resultante del mismo, de acuerdo con dichas conversaciones, sería del 35%, del cual sería distribuido de la siguiente manera: el 55% para Jorge, el 45 restante para ella, que traducido a cifras en pesos, rodeaba los 8 millones de pesos mensuales para el socio capitalista.

Los chats obtenidos por Nuevo Panorama, dejan ver el desglose constante de cifras, envíos de cuadros de producción e información sobre temas relacionados con el negocio, antes del inicio de la sociedad, como también, una vez se formó el emprendimiento, de la rutina del día al día: fotos y videos de la granja, de los animales, de facturas, incluso, comentarios muy personales, que harían pensar que entre los dos, además de una relación comercial, había una armoniosa comunicación.

El dinero

La sociedad, según la información obtenida y las versiones recogidas por Nuevo Panorama, dio su inicio a finales de diciembre de 2016. El costo de compra de cada lechón era de $ 404.000, el cual incluía:

  • Un lechón de 10 kilos
  • Vacunas
  • Desparasitación
  • Descolmillado
  • Castrado
  • Dosis de hierro
  • Chapeta
  • Guía de transporte ICA
  • Trazabilidad

El precio de venta por cada lechón sería de $ 580.000, según las cuentas enviadas por María vía WhatsApp a Jorge, es decir, un 43.56%, un 8.56% más de lo expresado por ella en otros chats.

Una de las partes nos envió la imagen de un Contrato de Cuentas en Participación entre Jorge Antonio Jiménez Clavijo y María de los Ángeles Martínez Calvache, en este se establece el objeto del mismo:

“La presente asociación tiene por objeto el levante, la venta y compra de cerdos y todo lo relacionado con el manejo del en el sector porcicultura, el objeto social que se realizara en la Vereda la Arboleda Sector de Potrerito en el Municipio de Santander de Quilichao (Dpto. del Cauca) y un domicilio fiscal en la carrera 47 170 apto 103G la ciudad de Cali por los Participes gestor [María] e inactivo [Jorge], comercialización al público en general.” (Sic.)

Así mismo establece las obligaciones de las partes:

“1) Aportar la suma de ochenta cinco millones de pesos ($85.000.000) valor aportado por el Participe inactivo en varias cuotas para la realizar la actividad que se menciona en el objeto del contrato este es aportado por JORGE ANTONIO JIMENEZ CLAVIJO […] y setenta nueve millones quinientos mil Pesos (69.5000.000) valor representado en gestión y utilización del terreno ubicado en finca en la Vereda la Arboleda Sector de Potrerito en el Municipio de Santander de Quilichao (Dpto. del Cauca) según matrícula No XXX-XXXXX por parte de MARIA DE LOS ANGELES MARTINEZ CALVACHE.” (Sic.)

El contrato mencionado fue firmado el 3 de febrero de 2018 por las partes involucradas. En este también se establece una participación, sobre las utilidades, del 45% del Participe Gestor (María)y del 55% para el Participe Inactivo (Jorge), asimismo, menciona que después del año se reevaluaría la participación del Participe Inactivo.

Aunque la firma del contrato establece como fecha de inicio el 3 de febrero, las versiones recogidas por Nuevo Panorama, señalan que la misma habría comenzado desde diciembre de 2016.

De acuerdo con lo informado por Jorge, la cifra que entregó a María, excede los cien millones de pesos, así lo constata él, en chats que cruzó con ella por la época en que comenzaron las dificultades.

Adicionalmente de lo pactado en la sociedad, María acudió a Jorge en algún momento, para solicitarle ayuda en un imprevisto presentado en el negocio de carnes del que ella es propietaria. Un corte de luz habría averiado la nevera donde almacena la carne, según ella, mientras surtía la reclamación que dirigió a la empresa prestadora del servicio de suministro de energía de Cali, requería que su socio le prestara un dinero para comprar una nevera nueva.

“Favor urgente: a causa de la lluvia la nevera del negocio sufrió un bajón de luz y se dañó, la inversión para arreglarla es mejor comprar una nueva… reciben la que tenemos, pero me hace falta plata… me los puedes prestar…”, solicitó María, por medio de video enviado WhatsApp.

“… no nos dimos cuenta, se cayó un aguacero y se bajó la luz y cuando volvió la quemó. No nos percatamos de haberla desconectado porque fue muy rápido, entonces ya conseguimos una. Pero hemos recogido 2.800.000 y pues me hace falta el resto… me puedes prestar lo que me hace falta y yo te los envío… es más ya pusimos la queja a EMCALI… y ellos devuelven el valor del daño, pero eso demora como un mes.”, agregó.

En otro chat enviado por María a Jorge, hace un desglose del dinero adeudado por ella, en el que se incluye un rubro por préstamo, que ignoramos si se refiere a la solicitud realizada.

Del sueño a la pesadilla

Muchas conversaciones por WhatsApp que dirigía María a Jorge, informaba, además de la información sobre los pormenores del negocio, contratos de compra, facturas de suministros, consignaciones efectuadas, tablas de utilidades y PDF con las cuentas del mismo. De estas, es posibles establecer que durante los tres primeros meses, la sociedad avanzaba con paso firme.

Unos cuantos meses habrían transcurrido de este sueño y ya se estaba desdibujando. La confianza que depositó en una persona allegada a la familia, le ha dado uno de los golpes más duro para cualquier ser humano: la decepción.

Comenzaron entonces, las evasivas por parte de María, las confusiones en la información que ella le suministraba, las inconsistencias en cifras y, como se dice coloquialmente: “los cuentos raros”, que sembraron la duda en Jorge y deterioraron la confianza que él tenía en su socia.

Jorge viajó nuestro país a comienzos del año anterior, para conocer personalmente el negocio en el cual había invertido una gran cantidad de dinero, visitar la granja y conversar con María, sobre lo que estaba pasando con la sociedad.

María, de manera sospechosa, solicitó a otra granja en calidad de préstamo, 40 lechones para dejarlos en el finca donde la cría de los animales se llevaba a cabo y así, Jorge, viera un negocio prospero. Con facturas elaboradas a mano, sin contar con los requisitos que la ley exige para tal fin, María soportaría una supuesta compra de lechones y de concentrado para los mismos. Era evidente que algo irregular estaba pasando, pero el tiempo de permanencia de Jorge en Colombia era muy corto y debía regresar a Estados Unidos. Viendo estas anomalías, se contactó con un John Freddie Jiménez, un sobrino radicado en Bogotá, para que viajara a la granja porcícola  y así pudiera recuperar un valor aproximado de 80 millones de pesos. Cuando John viajó para realizar la diligencia se encontró con una granja vacía, los cerdos habían sido retirados por María, probablemente había devuelto los animales solicitados en préstamo y había vendido los que eran propiedad de la sociedad, de esta manera regresó con las manos vacías a la Capital.

El ejercicio responsable del periodismo debe estar ajenos a juicios y a interpretaciones por parte de quien lo ejerce y gira alrededor de la verdad, a partir, de la investigación, recopilación de información y de la recolección de las diferentes versiones en un caso determinado.

Honrando a dicho compromiso, nuestro equipo periodístico viajó inicialmente a Cali, para entrevistar personalmente a María, a quien intentamos contactar con anterioridad telefónicamente, sin que hubiésemos recibido por parte de ella, una versión que permitiera conocer su versión. Como es de suponerse, nuestra visita a la Sultana del Valle para tal fin, resultó infructuosa. Las únicas respuestas que recibimos por parte de María, fueron agresiones verbales a nuestros periodistas. De igual manera reaccionó su apoderado, quien es también su compañero sentimental con algunos conocimientos ínfimos en derecho, quien al observar que estaba siendo grabado, se dedicó a responder con evasivas e insultos a las preguntas que se le realizaron.

Un testimonio que sí logramos recopilar, fue el de Roosevelt García, economista, porcicultor y propietario de un almacén agropecuario ubicado a la altura del kilómetro 30 en la vía Cali a Santander de Quilichao. De acuerdo con sus versiones, María lo contactó para la adquisición de 30 lechones mensuales, periodo que posteriormente se convertiría en cada 15 días y más adelante en 8. Inicialmente los mismos fueron cancelados de contado sin ningún inconveniente. Ella, según Roosevelt, le compró 330 animales, los cuales fueron pagados en su totalidad.

Durante la entrevista, Roosevelt añadió que María le confirmó que trabaja con un socio, Jorge Jiménez, que es tío de ella, el cual, para ese entonces no conocía personalmente. Dicha sociedad comenzó en diciembre 2016. Asimismo, lo notificó que Jorge quería conversar personalmente con él, sin embargo el encuentro no pudo realizarse por cuestiones de tiempo, por lo tanto conversaron telefónicamente.

En la mencionada llamada, Jorge le expuso a Roosevelt una serie de inquietudes sobre las transacciones comerciales realizadas entre María y el almacén agropecuario. Entre las dudas manifestadas estaba la adquisición de 660 lechones, lo cual fue desmentido por Roosevelt. También estaba la compra de concentrado, lo cual era soportado por unas facturas que Jorge recibió por parte de su socia, Versión que también fue desvirtuado, como también lo fue la que les estaría adeudando unos bultos de concentrado.

Posteriormente, y dadas las diferencias de cifras entre una y otra parte, se pactó un encuentro personal entre Roosevelt y Jorge en la ciudad de Cali. A la reunión asistió, también, un contador contactado por este último. Soportes en mano, los involucrados cotejaron versiones, comprobando que las facturas suministradas por María a su socio no correspondían a las originales, suministradas por el almacén agropecuario propiedad de Roosevelt.

Dichas facturas estaban elaboradas a mano, sin membrete, sin sello, sin número de NIT, sin Razón Social y sin los demás requisitos legales que exige la ley colombiana para tal fin. Lo que supondría una supuesta falsificación de documentos.

La demanda

No había otra opción. Jorge, con la decepción producida, con la ilusión perdida  y con sus sueños de inversión hecho trizas, luego de intentar por diversos medios aclarar los inconvenientes presentados con su socia, entre ellos una cita de conciliación con el inspector de policía de Santander de Quilichao, no le quedaba otro camino, que el legal.

John, su sobrino, denunció a María y a Jack Lucumi Bejarano, compañero sentimental y apoderado de la demandada, por Estafa, hurto y falsedad. La demanda fue radicada ante la Fiscalía General de la Nación, seccional Cali, el 16 de marzo de 2018, por Jorge Enrique Ordóñez Medina, abogado del denunciante y a quien nuestro equipo también logró entrevistar.

De esta manera, será la justicia, la encargada de dirimir el caso con los soportes que tiene Jorge en su poder.

Es una cuestión de honra y dignidad

El último año ha sido un calvario para Jorge, no solo arriesgó sus ahorros, sino que vio afectada su dignidad y buen nombre vulnerados, a cuenta del desprestigio que sufrió en redes sociales, por cuenta de las declaraciones realizadas por María en redes sociales y entre los contactos de Jorge, en las cuales, ella asumió un papel de víctima y reduciendo el caso a dificultades económicas.

El caso está en manos de la justicia  y será esta la que, en su sabiduría, la que decida si María es o no culpable. Sin embargo, el daño para Jorge ha sido fuerte y su sueño americano, después de muchos años de esfuerzo, se le esfumó de entre las manos, a cuenta de una persona cercana que se ganó su confianza, para luego defraudarlo.

La investigación por parte nuestra, continuará y tal como intentamos hacer con María, nos trasladaremos a New York, para conversar con Jorge y nos narre, en sus propias palabras, su versión.

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